Madrid. Paseando con destino Universidad. Teatro Nueve Norte. Se apagan las luces y comienza el espectáculo.
Las vidas de Elena, Mario, Sara, Lucía y Juan se entrelazan durante 24 horas, los guía la soledad, el desamor, el amor, ‘Romeo y Julieta’, el humor y una mágica luna llena -y sus correspondientes impulsos y alteraciones internas-.
Marcos Fernández Alonso, dramaturgo y director de la obra, quiere reflejar en Dime que Todo está bien una etapa en la que su vida estaba “revuelta”, los encargados de darle voz y movimiento a su guion son Paloma Mariscal, María Segalerva, Guillermo de los Santos, Clara Galán y Marcos Orengo. Los cinco obtienen sobresaliente en la interpretación de sus papeles, una de sus claves es que nunca olvidan reflejar la índole humorística que requiere esta función. De recrear los distintos espacios para situar al espectador se ocupa Largo Hurtado con su juego de luces y proyecciones.
Durante 90 minutos se muestran las conexiones entre los personajes, a veces, de manera surrealista. De este modo consiguen transmitir algo muy real que sucede en algunas ocasiones: el consuelo más profundo se obtiene de desconocidos. La función invita a romper con la barrera del miedo a sentirse expuesto y a superar las inseguridades a la hora de decir lo que verdaderamente importa. También abarca lo enternecedor con una simple llamada, sin apenas cobertura, a sus madres, lo que hace recordar la importancia de una madre y la paz que transmite a los hijos cuando todo está desbordado.
Los espectadores llenan de carcajadas la sala Nueve Norte y al finalizar la representación se escucha al fondo de la sala: “He mantenido una sonrisa en la cara durante toda la obra” mientras los aplausos no dejan de sonar. ¿Has sentido alguna vez el vértigo de no ser dueño de tu vida? Si quieres ver como lo siente Marcos Fernández y su elenco, acude a Nueve Norte comprando las entradas aquí.
Dime que Todo está bien ha superado la primera ola de la pandemia, en la que tuvieron que posponer la función a julio y, tras pasar el caluroso mes de agosto, ocupan los viernes el número 9 de la madrileña calle del Norte.